Los chilis son mezclas homogéneas de especias, principalmente de pimentón picante molido, que puede estar mezclado con otras especias, sal, etc. dependiendo del sabor y color deseado. Se suelen usar como mezclas para salsas o alimentos preparados, y hay muchas formulaciones distintas disponibles.
El chili ofrece una amplia gama de variedades, desde opciones con notas dulces y ahumadas hasta intensidades picantes extremas.
Los chilis son mezclas homogéneas de especias, principalmente de pimentón picante molido, que puede estar mezclado con otras especias, sal, etc.
Se presentan como una de las especias más versátiles y apreciadas en la industria alimentaria. Disponibles en diferentes variedades, formatos y niveles de pungencia, los chilis son el resultado del secado natural de las vainas maduras, conservando su intensidad, color y propiedades funcionales.
En función del tipo de cultivo, zona de origen y tratamiento postcosecha, se pueden obtener perfiles de sabor que van desde notas dulces y ahumadas hasta picantes intensos, con niveles de capsaicina que se miden en unidades Scoville (SHU). Se comercializan enteros, triturados o molidos, según la necesidad de cada fabricante o envasador.
La calidad del chili está directamente ligada al contenido de piel, semilla, humedad y su color. Por este motivo, los lotes industriales son sometidos a controles físicos, microbiológicos y de residuos, asegurando que cumplan con los estándares más exigentes en seguridad alimentaria.
Variedades disponibles: Se trabaja con diferentes tipos, como chili tailandés, chili africano, chili bird eye, chili guajillo o chili pasilla, adaptando el producto según intensidad y aplicación.
Formato comercial: Entero, triturado (flakes), o molido, según el uso final requerido.
Color: Rojo vivo a rojo oscuro, con tonalidades que pueden variar según el tipo de chili y proceso de secado.
Picante (SHU): Desde 5.000 hasta más de 100.000 SHU, según la variedad. Se suministran lotes homogéneos con SHU garantizado.
Pureza: Producto 100% natural, sin aditivos ni colorantes añadidos.
Análisis disponibles: Perfil microbiológico, pesticidas, aflatoxinas, ocratoxina y metales pesados, adaptado a legislación europea, americana y asiática.
Además de su valor culinario, los chilis son un ingrediente funcional con múltiples ventajas para la industria:
Potenciador natural de sabor: Aporta intensidad sin necesidad de recurrir a aditivos artificiales. Resalta el resto de ingredientes sin enmascararlos.
Flexibilidad de uso: Su versatilidad permite integrarlo en procesos fríos o calientes, secos o líquidos.
Estabilidad térmica: Mantiene su perfil sensorial incluso tras tratamientos térmicos, fritura o cocción prolongada.
Propiedades funcionales: Rico en capsaicina y antioxidantes, el chili puede contribuir al etiquetado «clean label» y responder a la demanda de ingredientes funcionales con respaldo natural.
Atractivo visual: En formato triturado o entero, aporta valor visual en productos gourmet, platos preparados o mezclas premium.
Los chilis se integran en múltiples líneas de producción y formulaciones, siendo un ingrediente esencial en sectores como:
Elaboración de salsas y marinados: Su uso en salsas picantes, bases para guisos, aliños líquidos o fermentados es clave en la industria de aderezos.
Mezclas de especias y condimentos: Utilizado en blends para carnes, sazonadores para snacks, preparados étnicos y combinaciones aromáticas para cocina internacional.
Platos preparados y ready-to-eat: Desde currys hasta platos tex-mex, orientales o latinoamericanos, el chili es imprescindible para reproducir recetas auténticas con picante controlado.
Snacks y productos extrusionados: En polvo o flakes, el chili aporta un perfil distintivo en chips, frutos secos o galletas saladas.
Catering industrial y foodservice: En envases a granel, permite formulaciones adaptadas a gran escala con un control riguroso del SHU.
Industria cárnica y embutidos: Aporta un perfil picante natural en salchichas, hamburguesas o productos fermentados.
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